domingo, 26 de mayo de 2013

Soneto a la LOMCE (Ley de Ordeno y Mando de la Conferencia Episcopal)











 No me mueve, mi Dios, para estudiarte,
el siete que me tienen prometido,
ni me mueve el suspenso tan temido
para dejar por eso de empollarte.

Tú me mueves, Rajoy; muéveme el Wert-e
sentado en el Gobierno bendecido
por los mismos obispos que han urgido
a que sea Religión materia fuerte.

Muéveme, en fin, la LOMCE en tal manera
que aunque no hubiera Pisa, yo aprobara,
y de haber reválida, suspendiera.

No calcules que en la Renta cruz pusiera,
y aunque el cura en la misa me esperara,
lo mismo que me duermo me durmiera.

(Jaime González, 24.5.13)

sábado, 25 de mayo de 2013

Discurso del acto de Graduación de Bachillerato. Instituto Doctor Marañón, 24 de mayo de 2013



Estimada comunidad educativa del IES doctor Marañón, estimados graduados, equipo directivo, profesores, madres, padres y demás familiares y amigos: Gracias por vuestra asistencia a este acto con el que hoy celebramos la graduación del 2º de Bachillerato de la promoción de 2013.  Muchas gracias, y por supuesto, enhorabuena a todos los que hoy culmináis vuestros estudios de Bachillerato.


En representación de los profesores y tutores de Bachillerato se me ha encargado intervenir en este acto; por lo tanto estas palabras van a ser la última clase que recibiréis – o que soportaréis – en el instituto Doctor Marañón. Se me va a hacer difícil pediros que dejéis de hablar y que tiréis los chicles a la papelera, y no sería procedente hoy ponerle un parte a alguno, así que… Por favor, tengamos la fiesta en paz. Los de las últimas filas: cuidado, que os estoy viendo.  

Hoy terminan los seis años de vuestra educación secundaria en el IES DOCTOR MARAÑON. Han sido seis cursos repletos de experiencias y recuerdos, unas veces gozosos, otras agridulces y en ocasiones, risueños. Vivencias, emociones y amistades que os acompañarán siempre y que ahora os lleváis, al lado de vuestro flamante título, en la misma mochila en la que un día trajisteis un estuche con rotuladores y la merienda para el recreo.

Seis años en los que nunca habéis estado solos en nuestro Instituto. Seguro que cada uno de vosotros puede encontrar hoy en esta sala alguna cara conocida que vio por primera vez al comenzar la ESO, allá por septiembre de 2007.

Recordemos también ahora a otros que hoy no se encuentran físicamente junto a nosotros. Compañeros que han cambiado de instituto, o de itinerario;  profesores y profesoras que se han jubilado felizmente; y profesores y profesoras – interinos, en expectativa o con destino – que a fecha de hoy no han podido permanecer vinculados al IES Doctor Marañón. Todos ellos permanecen en nuestra memoria y es justo que ahora les dediquemos el homenaje de nuestro recuerdo.

Hay además otros muchos recuerdos que os llevaréis siempre con vosotros. Es evidente que es mucho, ¡muchísimo!, lo que habéis aprendido en cuanto a lo puramente académico: Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Lengua, Literatura, Física, Química, Educación para la Ciudadanía, Música, Educación Plástica y Visual, Educación Física, Inglés, Francés, Latín, Filosofía … Mejor voy a detenerme porque veo a alguno que ya está poniéndose pálido y sudoroso ante la perspectiva de que le toque vérselas con Kant o con Hegel en el próximo examen de selectividad que tenéis a la vuelta de la esquina.

Pues bien, amigos, quiero comunicaros sin temor a equivocarme que hoy en día sabéis mucho más de lo que os imagináis. Lo que habéis aprendido no lo perderéis nunca. Ni siquiera aunque lo olvidéis. Aunque ahora os cueste creerme,  LO QUE SE OLVIDA NO SE PIERDE.

¿Os sorprende? A mí también me costó creerlo cuando me lo dijeron en mi primer día en la Universidad. Pero el tiempo me ha permitido comprobar la verdad de esta afirmación.

Ya Aristóteles dejó dicho que Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos”. Una vez que el conocimiento, a menudo con dolor y esfuerzo, ha implantado sus semillas dentro de vosotros, el árbol de la ciencia no dejará de crecer en vuestro interior para beneficiaros a vosotros y a quienes os rodean. Por eso, amigos, no dejéis nunca de regar esa plantita del saber, de estimular sus tallos, de acariciar con mimo sus hojas, y de apreciar embelesados la belleza de esa flor que ya anuncia en esperanza el fruto cierto.

Como profesor que os he acompañado en esta etapa de vuestro descubrimiento, tengo que deciros que por interesantes – o aburridas – que os hayan parecido nuestras lecciones, me parece que apenas nos ha dado tiempo a empezar. Todavía hay un inmenso volumen de conocimiento que está esperando a que lo descubráis y lo hagáis vuestro. ¡No os resistáis a su llamada y aceptad el desafío! ¡Tomad al asalto las bibliotecas! ¡Lanzaos a la conquista de los laboratorios! ¡Demostradles a las x de las ecuaciones quién es el amo! ¡Empuñad los bisturíes! ¡Machacad sin piedad las teclas de vuestros teclados! ¡Afilad vuestros pinceles! Vuestro futuro está empezando AHORA.

Incluso en estos tiempos en los que se cuestiona la utilidad de los saberes y se mira ante todo la colocación laboral, tened en cuenta que la mejor recompensa de vuestro estudio sois vosotros mismos. El estudio os mejora, os transforma en una versión perfeccionada de quienes sois, en vuestro mejor yo. El estudio nos predispone a apreciar la belleza, a rechazar la injusticia, a aplicar el sentido crítico, a amar la libertad. Necesitamos que en el mundo abunden ese tipo de nuevas personas que vosotros sois y seréis.

No os canséis de preguntar, no dejéis nunca de leer. Leed cuantos libros podáis. Escuchad la mejor música, gozad del mejor arte, frecuentad los teatros y museos, buscad la compañía de quienes pueden ofreceros algo de luz. Y cuando lo hagáis, prestad atención al mensaje que nos susurran desde los libros todos los poetas y todos los doctores.  ¿Podéis oírlo?   Carpe…  CARPE DIEM. ¡Aprovechad el día!

Aprovechemos el día, amigos… y las noches también; que por lo pronto, la noche de hoy se promete festiva e inolvidable. Conviene pues que vayamos echando el cierre definitivo a esta etapa y que, llegado el momento del balance, sepamos apreciar lo mucho que os ha aportado este instituto.

Nuestro sistema educativo no está exento de imperfecciones, carencias y hasta contradicciones; pero la escuela pública de que todavía disponemos, la escuela pública de tod@s y para tod@s, es el mejor medio para la promoción y el desarrollo de los jóvenes en un ambiente alumbrado por la ciencia y la libertad.

Nuestro gran escritor Max Aub declaró: "Se es de donde se hace el bachillerato". Cuando algún día, tal vez a muchos kilómetros de aquí, alguien os pregunte de dónde sois, contestad tranquilamente y con justo orgullo: “YO SOY DEL DOCTOR MARAÑÓN. YO ESTUDIÉ EN LA PÚBLICA”.